En la tarde del viernes 29 de septiembre una representación de llagareros japoneses presentarán su sidra en el Muséu de la Sidra de Nava, dentro de las actividades del XIII Salón Internacional de les Sidres de Gala -SISGA’23-
LA SIDRA.- A raíz de la visita de una delegación de la Fundación Asturies XXI al país del sol naciente se reafirmaron los vínculos comerciales y sidreros entre Asturies y este país, tan apartado de nuestra geografía, nuestra cultura y nuestra idea de la sidra.
Sin embargo, las últimas décadas la sidra se ha ido incorporando a su consumo y más producción, constituyendo la puerta a un gran mercado, el asiático.
Japón, con su entusiasmo por la innovación, está entrando en el entorno sidrero y no solo probando e importando sidra, sino definiendo sus propias tendencias. La influencia de la sidra asturiana se hace evidente en la búsqueda de una sidra natural, de estilo propio, sin filtrar y sin añadidos, pero también experimentan con productos y formatos similares a la sidra inglesa o incluso la bretona.
Si hubiera que destacar algo en concreto sobre la producción de sidra nipona sería su extremo cuidado de las pomaradas, que explica su tendencia a elaborar sidras monovarietales, aspirando más a la calidad de productos orgánicos y de cercanía que a la cantidad de producción.
Quien quiera conocer más de cerca esta naciente cultura sidrera, tendrá la oportunidad de hacerlo este viernes en el Muséu de la Sidre de Asturies en Nava, en una jornada dedicada en exclusividad a la sidra japonesa, con catas guiadas, charlas y degustaciones que acercarán al público asturiano estas exclusivas sidras.
También estará disponible una selección de las mismas en la Cata Abierta al Público que tendrá lugar el sábado 30 de septiembre, de 12 a 15 y de 17 a 20 horas, en una de las mayores degustaciones de sidras de copa de Europa, que tendrá lugar en el Pabellón de Congresos de la FIDMA y en la que por solo 10 euros podrán degustarse 287 sidras de 92 llagares de tres continentes.
