El 31 de octubre se celebra Halloween, que tiene sus raíces en la fiesta celta del Samaín.
LA SIDRA.-Los calendarios y las actividades de los seres humanos siempre han estado ligadas a las estaciones del año y marcadas por ciclos.
Así, Samhain en celta (Samaín en asturiano), era una fiesta de transición que significaba “fin del verano” y en la que aparecían los espíritus buenos y malos.
Durante estos días se celebraban banquetes para festejar el fin de la temporada de cosecha en honor a la diosa Pomona. Esta deidad se asociaba al florecimiento de los árboles frutales y recibe su nombre a través de pomus o pomum, que en latín significaba “manzana”.
Por ello, hoy en día aún se celebran en Asturias los tradicionales magüestos, celebraciones en las que no falta la sidra dulce y las castañas para honrar a los difuntos.
Así, en poblaciones como Mieres o Pola de Lena estos días se reivindica esta ancestral tradición bajo el lema “No es Halloween, es Samaín”.