Un año mas el Festival Intercéltico de Lorient cumple expectativas… para casi todos.
Nadie puede quejarse este año de la programación musical, los «insultantemente jóvenes» artistas emergentes que tocan de forma gratuita en la Quai Bretagne. Tampoco el tiempo decepciona, hubo sol, la lluvia respetó…
Pero la gente nota que el cambio de formato del festival con respecto a otros años implica disminuir la oferta gastronómica y cultural en cierto sentido.
Era precisamente la revista del propio festival, Festicelte, la que hoy se quejaba por escrito de las cosas que echaban en falta. Refieren una «decepción generalizada» debido a que «un cierto número de cocinas de los países celtas y, entre ellas, la ya muy famosa Cornish Pasty, no estarán presentes en los espacios del festival intercelta de 2024». Además de la pasty cornuallesa se hace notar la ausencia del pulpo gallego, el queso galés, la confitería manesa y obviamente la sidra asturiana, ausencia que nos pesa a todos y nos da la impresión de que no es nuestro festival de siempre.
Parafraseando a la revista del festival, «las cocinas locales son parte integrante de la identidad y de las culturas de las naciones acogidas en Lorient. Cuando se anunció la noticia de la ausencia de todas estas delicias, naturalmente se extendió la incomprensión entre los asistentes al festival y los voluntarios, que esperaban impacientes poder volverlas a disfrutar. Incluso un festival tan bonito como el nuestro tiene margen de mejora.»
Para rematar el mordaz artículo, ofrecen la silueta de una pasty cornuallesa para jugar al pinta y colorea, a la espera de que vuelva la auténtica.